La Fundación Prof. Dr. Rodolfo M. Perotti me concedió el privilegio de representarla en este acto de entrega del Premio al Mérito 2010, por lo tanto trataré de hacerlo a la altura de mis antecesores y las felices circunstancias.
Primeramente quiero realizar un modesto homenaje a quien fue uno de mis más caros maestros no solo en la especialización profesional que las vueltas de la vida me concedió, también y de forma preponderante, por su modelo ético de comportamiento, urna de las características más salientes del Profesor Rodolfo Perotti.
Conocí al Profesor y fueron nuestros primeros contactos, como un alumno más, durante la cursada de la disciplina de Zootecnia III, donde junto con su colaborador y amigo -más tarde también amigo mío- el Dr. Julián “Pirincho” Massot, y nuestro casi contemporáneo Jorge Martínez, dictaban el referido curso.
Fíjense que en esos idos años 60, la figura del profesor universitario era para nuestro joven grupo algo muy respetado y admirado, y Perotti reunía meritoriamente todas las condiciones para serlo con su postura frente a la platea, sus profundos conocimientos prestigio y familiaridad con la joven avicultura industrial. También supo armonizar su grupo docente, equilibrando sus aulas magistrales con la espontaneidad de las clases de Pirincho y la proximidad etaria que encontrábamos en Jorge. Como diríamos en la jerga avícola "logro un excelente manejo del ambiente" consiguiendo despertar interés por la avicultura, hasta en muchos de nuestros escépticos compañeros declaradamente identificados con la producción pecuaria, o los animales de compañía. En esos tiempos casi nadie imaginábamos el rol social que ocuparía la avicultura industrial en el futuro... Perotti sin duda ya lo vislumbraba, y con entusiasmo y convicción lo manifestaba.
Ya recibido, y fuertemente influenciado por mi querido amigo Néstor Menéndez, abracé con vocación la patología aviar y fue esta quien me permitió acercarme al Dr. Perotti y aprender mucho durante todos esos años. El trabajo en empresas donde el nos recomendó y lo asistimos como sus colaboradores posibilito nuestra aproximación profesional, y forjo más esa amistad que, guardando las diferencias de edad y posición, supimos cultivar.
Desafortunadamente, las circunstancias hicieron que no tuviese mucho contacto con el Dr. Perotti en sus últimos años aunque nos encontrábamos esporádicamente, y sé que el conocía y tenia noticias de mis actividades en Brasil. Nuestro último contacto, telefónico, fue en ocasión de su premio en la Academia.
Así mi cálido recuerdo y reconocimiento a este ejemplar maestro.
El premio al Mérito que la Fundación otorgó este año está dirigido al Dr. Mario Plano después de una ardua y difícil decisión del jurado, por lo que me consta, por el alto nivel de todos los candidatos a la distinción.
Conozco al Dr. Plano desde sus primeros años como abnegado veterinario de campo y lo cuento entre mis amigos sabiendo que es recíproco el sentimiento. Hoy Mario Plano es en su especialidad profesional una referencia a nivel nacional e internacional. Representa con mucha idoneidad a la Empresa donde trabaja desde hace muchos años y donde creció profesionalmente y mucho ayudó a ésta ocupar el lugar de destaque en la avicultura Argentina, con su trabajo, idoneidad y dedicación.
Como educador, como científico y como estudioso conocemos sus virtudes. Muchas publicaciones realizadas junto con su esposa Ana María en el área de la embriología e citología aviar sirven de importante referencia para nuestros colegas y demás profesionales.
Participando como conferencista en Seminarios y Congresos a nivel nacional e internacional, siempre supo transmitir con generosidad sus conocimientos y experiencia reunida en toda su vida profesional. Pero además de todas sus conocidas cualidades, me agrada singularmente conversar y escuchar a Mario.
Sus comentarios siempre ponderados, su voz pausada y calma transmite sabiduría y experiencia en los variados asuntos que hemos abordado. Aunque no tenemos la oportunidad de encontrarnos con la frecuencia que nos gustaría, es cierto que cuando tenemos oportunidad de reunimos, en eventos técnicos (y/o gastronómicos) disfrutamos de nuestra mutua compañía.
Dr. Mario Plano mis más sinceras felicitaciones por este merecido y trabajado premio.
Discurso del Dr. Mario Plano.
Sr. Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata Dr. Omar Nosetto
Sr. Presidente de la Fundación Profesor Dr. Rodolfo Perotti, Dr. Rodolfo Perotti, miembros del Consejo de Administración y del Comité Asesor.
Señores Miembros del Jurado
Sr. Presidente de Granja Tres Arroyos S. A. y Vicepresidente de CEPA (Centro de Empresas Procesadoras Avícolas) Dr. Joaquín De Grazia
Sr. Vicepresidente de CAPIA (Cámara Argentina de Productores de la Industria Avícola) en representación de su Presidente, Sr. Juan Carlos Tessone.
Sr. Presidente de Grupo de Trabajo Avícola –GTA- Dr. Bobby Visser, mi entrañable amigo Dr. Mario Jáuregui Lorda y miembros de la Comisión Directiva y socios en general
Sr. Presidente del Grupo de Especialistas Avícolas del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires. Dr. Oscar García Trevín y Miembros
Autoridades de las Distintas instituciones. Familiares, amigos, señores y señoras.
Quiero expresar mi profundo agradecimiento a la Fundación Profesor Dr. Rodolfo Perotti por la adjudicación del Premio “Al Mérito”.
La importancia de recibir esta distinción radica principalmente en la memoria por quién se entrega, en el día de su natalicio, para ello prestemos atención a un discurso que pronunció el Dr. Perotti en Mayo de 1986, en la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, hablando sobre la semblanza del Académico Dr. Candiotti, en el que dijo lo siguiente:
“Su personalidad y su carácter, al proyectarse en el tiempo, aparecen rodeados de un aura, propia de los hombres de excepción que pasan por la vida enseñando conducta, sobriedad, equilibrio, reflexión y justicia”.
Estas palabras, no hacen más que sintetizar el pensamiento y los valores que subyacen en la personalidad del Profesor Perotti, y así entender, para quienes no lo conocieron profundamente el porqué de la continuidad de su legado a través del tiempo. Él ha dejado una generación de Médicos Veterinarios Avícolas con tal nivel de ilustración que muchos de nosotros cuando comenzamos en esta apasionante actividad quisimos emularlos y seguir sus pasos.
El mandato que ha dejado el Dr. Perotti es buscar la excelencia en la profesión, al cual todos debemos seguir en el día a día. Antiguamente el solo hecho de tener un título universitario era como alcanzar todo en la vida, como reemplazo a lo que ocurría en la edad media con los títulos nobiliarios, pero actualmente en la era pos moderna, el conocimiento es tan complejo y evolutivo, que no es suficiente con alcanzar un título y quedar así satisfechos para siempre, sino que ahora debemos formarnos educándonos continuamente, haciendo uso de todos los recursos y herramientas educativas hoy disponibles.
Tal como expresé en mi carta dirigida a las autoridades de la Fundación, cuando me notificaron que iba a ser quien recibiera el Premio al Mérito en esta oportunidad, hice referencia a tres componentes que en esta adjudicación me hacen sentir muy feliz,
-uno es el hecho de formar parte de la continuidad de los preceptos que el Prof. Dr. Rodolfo Perotti aplicara durante toda su vida.
-segundo es la admiración y respeto que siento por los Miembros del Jurado constituido para esta ocasión.
-y tercero, sin ninguna duda, es el respeto y la amistad que siento hacia los otros postulantes de la terna propuesta para este Premio al Mérito, por sus valores profesionales y humanos.
Asimismo, quiero expresar mi personal y profunda admiración por los dos adjudicatarios previos de esta distinción, como fueron el Dr. Arnaldo Colusi –un gran maestro de la Microbiología y de la Patología Avícola- y el Dr. Martín Labayén –un excelente referente en el campo de la Zootecnia Avícola-. Para ambos nuestro recuerdo permanente.
En el momento de agradecer aparecen como primera imagen, el recuerdo de mis padres, y el constante apoyo que he recibido de mi hermano, mi esposa, y mis tres hijas, por quienes le doy gracias a Dios.
De mi memoria emerge todo los recibido por la Universidad Nacional Buenos Aires y sus docentes, que me formaron con un mucha entrega sin pedir nada a cambio, más que la dedicación y el estudio.
Reconozco a todos aquellos colegas, granjeros, supervisores, y compañeros en general que me ayudaron a dar mis primeros pasos profesionales, tanto en la Provincia de Buenos Aires, como en la de Entre Ríos, donde me inicié profesionalmente, en las que me pude desarrollar con mucha armonía en un ámbito de fraternidad.
Hago un énfasis especial a Granja Tres Arroyos S. A. y su presidente Dr. Joaquín De Grazia, quién me recibió en el ámbito de su empresa y fue él quien me permitió tener un importante desarrollo dentro de la Industria Avícola, sin su generosidad no me hubiera sido posible participar en este tan importante premio al Mérito. Dentro de esta Empresa quiero expresar mi gratitud además a sus directores, mis compañeros, encargados, supervisores, granjeros, etc. que conformamos una gran familia. Con algunos de ellos trabajamos juntos en la avicultura desde hace más de 30 años.
También reconozco la generosidad que la Industria ha tenido conmigo a nivel de todos sus actores, como las cámaras CEPA, CAPIA, la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), el CISA –Comité Interamericano de Sanidad Avícola-, los organismos gubernamentales como SENASA y la Dirección de Granjas, la Universidad de Luján., AMEVEA, Grupo GEA y muy especialmente al Grupo de Trabajo Avícola Dr. Bobby Visser, que todos juntos formamos una confraternidad a quienes les agradezco la amistad que me brindan.
A todos Uds. que he invitado especialmente para compartir este momento tan emotivo para mí, les agradezco infinitamente su compañía.
Muchas Gracias