Señor Presidente de la Sociedad de Medicina Veterinaria y sus representantes
Señor Presidente y demás miembros de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria
Sres. Miembros del Jurado
Sres. Miembros de la Fundación Prof. Dr. Rodolfo M. Perotti
Amigos del Prof. Perotti
Amigos del Dr. Labayén
Dr. Martín L. Labayén
Señoras y señores
Es tan gratificante lo que este acto significa, que me siento honrado con la posibilidad de recordar junto a Uds., lo que el Dr. Rodolfo Perotti representa para nuestra actividad y cumplir con el objetivo de la Fundación, que lleva su nombre, de reconocer y premiar la trayectoria, que en este caso, corresponde merecidamente al Dr. Martín Luis Labayén.
Repasando las palabras del Dr. García Trevín en oportunidad de la primera entrega de la distinción a la trayectoria, diré que tampoco yo puedo ser totalmente objetivo, por el inmenso afecto que supo generar el Dr. Perotti en nosotros.
Inmediatamente de haberme recibido, en la Fac. de Ciencias Veterinarias de La Univ. Nac. de La Plata, comencé a trabajar con las gallinas, en la Pcia. de Santa Fé. Mucho tuvo que ver con la posibilidad de conseguir mi primer trabajo, el hecho de que el Dr. Perotti, confiara en uno de sus alumnos para trabajar en una empresa que él asesoraba desde hacia tiempo.
Confieso que durante las primeras actividades que a veces realizábamos en conjunto, me sentía intimidado ante la presencia del maestro, pero siempre noté una actitud casi protectora, propia de un espíritu superior, lejos de las mezquindades que a veces tanto dañan cuando recién comenzamos. Esta anécdota corrobora lo que decía el Dr. García Trevín en su discurso, referido a que la vertiente que ha guardado con más cariño del Dr. Perotti, ha sido la del maestro.
Y yo agrego, tal como lo escribí en su hoja de vida, un pensamiento de nuestro querido profesor, que quedó impreso en mis recuerdos, referido a su felicidad al comprobar que la semilla sembrada en el aula, había fructificado en sus alumnos. Fue una enseñanza de vida, pues no solo fructificó en el plano profesional, sino que dejó grabado en nosotros, sus alumnos, su ética, su honradez, su responsabilidad. Pertenecía a esa clase de hombres, tal como dijo José Ingenieros “cuyos espíritus afiebrados por un ideal, son adversos a la mediocridad”.
Llegará el día , en que en un acto como este, quienes tengan que proseguir con las tareas de la Fundación, solo conozcan al Dr. Perotti por lo que hayamos sido capaces de transmitirles como testimonios de su vida y obra, por haber tenido nosotros la suerte de haberlo conocido personalmente, esto justifica mi deseo de hacer notar lo expuesto.
Siguiendo con la idea inicial del Dr. Perotti, podemos comprobar en este acto, que aquella semilla, se ha transformado en un amplio campo sembrado, que crece desde su intención y que la Fundación se ha encargado de abonar para que se mantenga vivo su deseo original.
Premiando la trayectoria de quienes han marcado el sendero, se impulsa a los que se inician a perseverar en el gratificante esfuerzo, para superarse cada día, y no decaer ante la adversidad, sino tratar de superarla.
Nos preguntamos de donde surge esta inquietud de los impulsores de la Fundación, los hijos del Dr. Perotti, de alentar el conocimiento, de avanzar cumpliendo ideales en épocas de tanta indiferencia hacia las actitudes creadoras, y tal vez la respuesta la podríamos encontrar repasando lo sostenido por el mentor de esta idea en sus clases o en los conceptos vertidos en su conferencia en el acto de la Academia de Agronomía y Veterinaria, dando muestra de una formación humanística integral, indagando desde el origen mismo de las aves, y como llegan hasta nosotros, terminaba demostrando su verdadera preocupación y alentando la esperanza de que la gallina, fuera una solución al problema del hambre en el mundo.
También predijo en aquella oportunidad el papel que a nuestra profesión le tocaría cumplir en una actividad dinámica, cambiante y que necesitaba incorporar nuevos conocimientos para extraer todo el potencial que la avicultura prometía.
Pasados muchos años de aquella exposición, hemos de reconocer que casi todas sus expectativas se han vuelto realidad, y creo que nos corresponde renovar el compromiso para que el avance no se detenga.
Interpretando entonces la inquietud permanente del Dr. Perotti, la tarea de la Fundación será continuar , desde aquella primera cátedra universitaria de Avicultura, creada en la Facultad de Ciencia Veterinarias de La Plata, la posibilidad ya no solo de alentar el aprendizaje , sino de impulsar a los jóvenes a seguir incorporando conocimientos y reconocer la trayectoria de quienes han trabajado con pasión en esta actividad, que como otras, en estas épocas de permanente avance , con la incorporación de nuevas tecnologías, procedimientos y conocimientos, nos ha obligado al perfeccionamiento constante, ya que tantos y tan rápidos cambios, no permiten distraer la atención de quienes quieran seguir en carrera.
Hecha esta semblanza del mentor de esta Fundación y de sus ideas respecto a la avicultura, no me cabe duda de que se ha interpretado cabalmente su pensamiento, al otorgar la distinción en esta oportunidad al Dr. Martín Labayén.
No ha de haber sido resultado fácil la tarea del jurado, integrado en esta oportunidad por el Dr. Mario Plano y el Dr. Raúl Quintana, designados por la Fundación y el Dr. Luis Micheluzzi por la Sociedad de Medicina Veterinaria y a quienes corresponde agradecer por su trabajo de gran responsabilidad, ya que han tenido que decidir comparando la trayectoria de otros colegas que también han recorrido este camino aportando lo mejor de sí para nuestra actividad.
También agradecemos la hospitalidad de la Academia de Agronomía y Veterinaria a su presidente, el Dr. Carlos Scoppa por facilitar la realización de este acto en sus instalaciones.
El análisis de la trayectoria del Dr. Martín Labayén, demuestra que reúne con creces las condiciones que se pretende reconocer.
Desde su egreso como Médico Veterinario, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, en el año 1965, ha desarrollado una permanente tarea relacionada con la industria avícola, que arranca en la década del 60 y acompaña su evolución perfeccionándose en forma constante.
Ha participado en una gran variedad de actividades, que abarcan un amplio espectro de temas, siempre cerca de las aves.
Ha asistido a numerosos cursos, congresos y seminarios, en el país y en el exterior.
Ha actuado permanentemente como miembro en distintas comisiones y comités.
Ha estado en contacto directo con las actividades relacionadas con la producción, manejo y sanidad avícola.
Que la vocación que lo llevo durante todo este tiempo a desarrollar las actividades mencionadas permanece intacta, se confirma, cuando se refiere a sus actuales proyectos y tareas con el mismo entusiasmo con que desarrollo toda su actividad.
No cabe duda de que su desempeño, es un aliciente para los que necesitan de ejemplos a seguir para volcar los conocimientos adquiridos en las aulas a las tareas directamente relacionadas con la producción.
También quiero mencionar, que quienes conocemos al Dr. Labayén a través de años de compartir esta actividad, sabemos que el premio se le otorga a una persona de bien, cuyas virtudes personales acompañan a su capacidad profesional.
Esta síntesis de su trayectoria demuestra que ha cumplido durante su actuación profesional, con los objetivos que la Fundación Profesor Dr. Rodolfo Perotti, se propuso reconocer como merecedores del premio que hoy se le otorga.
Por lo expuesto, nuestras felicitaciones, Dr. Martín Labayén.
Discurso del Dr. Maliandi.
Sr. Presidente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria
Sres. Académicos
Sr. Presidente de la Fundación Prof. Dr. Rodolfo M. Perotti
Miembros de la Familia y amigos del Dr. Martín Luis Labayén
Dr. Martín Luis Labayén
Sras y Sres.
En nombre de la Sociedad de Medicina Veterinaria, entidad señera del quehacer profesional -que contara entre sus miembros al Prof. Dr. Rodolfo Perotti - y que esta Fundación guarda en su memoria y en mi carácter de su ex - alumno y colaborador en las Séptimas Jornadas Internacionales de la Facultad de Cs. Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, me es sumamente gratificante, recordar a aquel Profesor que ha dejado en mi y en muchas generaciones profundas huellas, dotado de un equilibrio entre lo humano y lo científico que prodigaba en cada actuación de su vida, enalteciendo a la Profesión y a la Universidad.
Recuerdo como si fuera hoy, su señorial postura frente a nosotros, sus alumnos, que veíamos una figura de características excepcionales, imprimiendo su singular personalidad a cada tema de esta especialidad que hoy en día ha tomado el vuelo previsto por este grande.
Convivir clase a clase con el Maestro Perotti era sentir una Universidad donde la dignidad, la claridad, la expresión de las ideas sensatas y equilibradas, la búsqueda permanente de la verdad alcanzaban su máxima expresión en la institución más preclara del saber: la Universidad y su célula la Cátedra Universitaria, guiando al hombre en el camino del SABER, no por el SABER en sí mismo, sino en función de la Sociedad, al servicio de ésta.
Podríamos mencionar múltiples facetas expresadas en su extenso Currículum, pero considero que lo mencionado es mucho más que la lectura de su extensa actividad. Como resumen de su vida profesional, podemos decir que fue el inspirador de la Avicultura en Argentina y que a través de él, muchas generaciones no solamente en la Universidad de La Plata donde dictara su Cátedra, sino en todos los ámbitos del quehacer avícola recogieron su sabiduría y fundamentalmente su ejemplo de hombre íntegro impregnado de fuertes convicciones que por tales, irrenunciables.
Este año, la Fundación Prof. Dr. Rodolfo M. Perotti, inspirada en la filosofía de quien lleva su nombre, ha tenido el acierto de premiar, al Dr. Martín Luis Labayén por su destacada labor profesional en la actividad avícola.
El Dr. Martín Luis Labayén, a quien tengo el gusto de conocer, ha tenido y tiene una proficua labor en el quehacer avícola durante 40 años ya que desde su graduación en 1965, se orientó a esta apasionante especialidad de la avicultura.
Podemos decir, que el Dr. Martín Labayén, abarca todos los aspectos de la avicultura, ya que en su larga trayectoria, presta servicios profesionales a empresas de insumos y alimentos, como de producción de planteles, parrilleros y ponedoras, en empresas de gran importancia en la economía argentina, en la industria frigorífica y laboratorios de zooterápicos avícolas. Establecimientos como Cabaña Avícola Jorju, Frigorífico Entre Ríos, Granja NOR, Genave SA, Asociación de Cooperativas Argentinas, Granja Tres Arroyos, entre otras, lo cuentan en sus filas como profesional de destacada experiencia e idoneidad.
Su espíritu inquieto e innovador lo llevó a ser pionero en la incorporación de los sistemas de black out para la crianza de las líneas pesadas y de la producción sobre “slats”, pisos rejillas, además de participar en el diseño y puesta en funcionamiento de plantas de máxima seguridad sanitaria.
En esta trayectoria y hasta el presente, ha sido el responsable sanitario por el nacimiento y posterior servicio técnico de más de 25 millones de pollas de postura, 400 millones de pollos parrilleros, 6 millones de reproductores pesados y 250 mil reproductores abuelos.
Ha participado en numerosos congresos de carácter nacional e internacional.
Ha asistido a cursos de capacitación en el exterior.
Miembro del Comité Científico de CAPIA.
Miembro fundador del Grupo de Trabajo Avícola e integrante de la primer comisión directiva y en la actualidad.
La actividad docente no fue ajena a su personalidad, iniciándose como Auxiliar Docente de la Cátedra de Semiología y Propedéutica Clínica y luego fuera del ámbito universitario, es formador de muchos profesionales deseosos de abrazar la avicultura.
Pero Martín, no es sólo un Técnico sino una Profesional con un acabado espíritu de servicio y cualidades humanas excepcionales, con una gran simpleza y humildad, que atrae a quienes tienen la ocasión de conocerlo.
Siempre, cuando un hombre puede dedicarse con intensidad y sobresalir en una actividad, es porque junto a él hay una esposa, una familia, que vela por el crecimiento de cada uno de sus integrantes.
A ellos vaya en primer lugar, en nombre de la Sociedad de Medicina Veterinaria nuestras felicitaciones y por supuesto al Dr. Martín Luis Labayén, por su fecunda labor, por su amplio espíritu de servicio y por su calidad y calidez humana, nuestras más sinceras felicitaciones.
Muchas gracias